Hoy 21 de marzo de 2014, se celebra el Día Mundial de la Poesía. Les invito a regalar poesía. Si quieren leer este poema de Gabriela Mistral. Les dejo un enlace de interés. PINCHA AQUÍ LA QUE CAMINA Aquel mismo arenal, ella camina siempre hasta cuando ya duermen los otros; y aunque para dormir caiga por tierra ese mismo arenal sueña y camina. La misma ruta, la que lleva al Este es la que toma aunque la llama el Norte, y aunque la luz del sol le da diez rutas y se las sabe, camina la Única. Al pie del mismo espino se detiene y con el ademán mismo lo toma y lo sujeta porque es su destino. La misma arruga de la tierra ardiente la conduce, la abrasa y la obedece y cuando cae de soles rendida la vuelve a alzar para seguir con ella. Sea que ella la viva o que la muera en el ciego arenal que todo pierde, de cuanto tuvo dado por la suerte esa sola palabra ha recogido y de ella vive y de la misma muere. Igual palabra, igual, es la que dice y es todo lo que tuvo y lo que lleva y por su sola sílaba de fuego ella puede vivir hasta que quiera. Otras palabras aprender no quiso y la que lleva es su propio sustento a más sola que va más la repite pero no se la entienden sus caminos. ¿Cómo, si es tan pequeña la alimenta? ¿Y cómo si es tan breve la sostiene y cómo si es la misma no la rinde y a dónde va con ella hasta la muerte? No le den soledad por que la mude, ni palabra le den, que no responde. Ninguna más le dieron, en naciendo, y como es su gemela no la deja. ¿Por qué la madre no le dio sino ésta? ¿Y por qué cuando queda silenciosa muda no está, que sigue balbuceándola? Se va quedando sola como un árbol o como arroyo de nadie sabido así marchando entre un fin y un comienzo y como sin edad o como en sueño. Aquellos que la amaron no la encuentran, el que la vio la cuenta por fábula y su lengua olvidó todos los nombres y sólo en su oración dice el del Único. Yo que la cuento ignoro su camino y su semblante de soles quemado, no sé si la sombrean pino o cedro ni en qué lengua ella mienta a los extraños. Tanto quiso olvidar que le ha olvidado. Tanto quiso mudar que ya no es ella, tantos bosques y ríos se ha cruzado que al mar la llevan ya para perderla, y cuando me la pienso, yo la tengo, y le voy sin descanso recitando la letanía de todos los nombres que me aprendí, como ella vagabunda; pero el Ángel oscuro nunca, nunca, quiso que yo la cruce en los senderos. Y tanto se la ignoran los caminos que suelo comprender, con largo llanto, que ya duerme del sueño fabuloso, mar sin traición y monte sin repecho, ni dicha ni dolor, nomás olvido. Gabriela Mistral |
Con este blog intentamos reflexionar, ahondar, leer, buscar, compartir, reivindicar, sentir, luchar, vivir... IGUALES
viernes, 21 de marzo de 2014
Feliz Día de la Poesía
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