miércoles, 12 de diciembre de 2012

Al doblar la esquina.


Como gotas de lluvia que empañan los cristales, y no ves con claridad. Como si el otoño llegara con viento virulento, golpeando las copas de los árboles y esparciendo las hojas alrededor… así me siento. Me duele el alma, cada centímetro de mi piel se enrojece, se vuelve áspera. Cierro los ojos contando los minutos, que caen como losas pesadas desde un precipicio… Aguardo…le escucho alejarse por el largo y oscuro pasillo similar al pasadizo del infierno… Se fue…
Me suelto el pelo, no me miro en el espejo.  Bajo las escaleras…  respiro… 
Al doblar la esquina empezaré a “caminar”…

                                          

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